Cuando una persona ve disminuida su capacidad para moverse y precisa de una ayuda, no necesariamente implica el hecho de tener que sentarse en una silla de ruedas. Muchas personas, debido la edad o a circunstancias adversas en la vida, ven que actividades cotidianas como hacer las compras o el mero hecho de disfrutar de un simple paseo se complica.
Lo primero que tiene que hacer la persona, es asumir que precisa de una ayuda a la movilidad. Muchas personas son reacias a usar este tipo de ayudas y ven como poco a poco su independencia y su capacidad de hacer las cosas disminuye paulatinamente.
El segundo paso seria hacer una valoración de las necesidades de la persona. Esto se puede hacer en muchas Ortopedias, donde hay profesionales que asesoraran y buscaran la mejor solución al problema. O a través de la asistenta social que nos brinda Diputación.
Hay muchos tipos de ayudas, empezando por un simple bastón, a sillas eléctricas muy completas. La clave es buscar la herramienta adecuada para la persona indicada. Un bastón puede dar la seguridad y el apoyo suficiente para salir a la calle a personas que sienten inseguridad a la hora de andar; un andador puede dar la estabilidad suficiente a una persona que de otra manera no podría andar sola; una silla de ruedas o una scooter permiten a una persona que anda distancias cortas, acercarse a la playa a tomar el sol y la brisa del mar; una silla eléctrica permite a una persona que no puede andar moverse con libertad.
En la Ortopedia Plantia disponemos de un equipo profesional que buscará la mejor solución a los problemas de movilidad que haya que superar.
