El entrenamiento de la musculatura inspiratoria reduce la disnea en las actividades diarias y mejora la funcionalidad muscular inspiratoria y la calidad de vida en pacientes con Enfermedad Pulmonar Avanzada


Hoffman y col han evaluado los efectos de un programa de entrenamiento de la musculatura inspiratoria sobre la disnea ligada a las actividades diarias, la funcionalidad de la musculatura inspiratoria, la capacidad funcional y la calidad de vida en pacientes con enfermedad pulmonar avanzada, entre los que se incluyen pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), Fibrosis Pulmonar y Bronquiectasia, principalmente. 8 semanas de entrenamiento de la musculatura inspiratoria han traído consigo una disminución de la disnea en actividades habituales y una mejora de la calidad de vida de los pacientes.


El entrenamiento de la musculatura inspiratoria fue realizado principalmente a nivel domiciliario y consistió en la realización de 30 inspiraciones rápidas y enérgicas 2 veces al día, todos los días de la semana, con la ayuda de un aparato Powerbreathe K3 que además de permitir el entrenamiento, aporta y memoriza los datos esenciales de cada sesión de entrenamiento (resistencia, trabajo, promedio de volumen inspirado por respiración,…). Una vez a la semana el entrenamiento inspiratorio era dirigido y supervisado por un fisioterapeuta experto que además evaluaba la Presión Inspiratoria Máxima (PIMax) para controlar, evaluar y actualizar la intensidad de entrenamiento. Además en esta sesión de entrenamiento supervisada se evaluaba la disnea de esfuerzo ligada a las 30 inspiraciones de entrenamiento mediante la escala de Borg, cuyo resultado se utilizaba para terminar de ajustar la intensidad de entrenamiento inspiratorio.


Antes y después de las 8 semanas de entrenamiento los pacientes realizaron una batería de test con el objetivo de conocer la fuerza de la musculatura inspiratoria (PIMax), la disnea ante actividades de la vida diaria (LCADL), la capacidad funcional (6MWD) y la calidad de vida (SGRQ).


La evolución de los resultados de los test mostraron una mejora significativa de la PIMax (aumentó de 45,2 a 88,5 cm de H2O), de la disnea en actividades habituales (disminuyó de 31,5 a 26) y de la calidad de vida (pasó de 51,1 a 42,2, siendo la calidad de vida tanto mejor cuanto más bajo es el índice). La capacidad funcional valorada mediante el test de marcha de los 6 minutos (6MWD) aumentó de 390,5 a 416 metros, pero esta mejora no fue significativa.


Los autores del estudio, que ha sido publicado en 2019 en la revista “Physiotherapy Theory and Practice” bajo el título “Inspiratory muscle training reduces dyspnea during activities of daily living and improves inspiratory muscle function and quality of life in patients with advanced lung disease”, concluyen que el entrenamiento domiciliario de la musculatura inspiratoria es factible y puede ayudar a reducir el mayor problema que presentan los pacientes con Enfermedad Pulmonar Avanzada, como es la Disnea.





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