El control de una sesión de Hipoxia Intermitente en Reposo sigue los mismos postulados que el control de una sesión de entrenamiento físico y básicamente se sustenta en la regulación y control de 2 parámetros: el Volumen y la Intensidad. Teniendo en cuenta ambos parámetros (alguno podría querer incluir también la densidad), podríamos estar estableciendo y objetivando en gran medida lo que supone la carga de entrenamiento, y en el ámbito del entrenamiento físico hay entrenadores que utilizan el Índice ideado por Banister y denominado ‘Training Impulse’ o TRIMP que se caracteriza por englobar en su cálculo el Volumen (Tiempo) y la Intensidad (Frecuencia Cardíaca), o diferentes variantes del TRIMP que han ido desarrollando diferentes autores. La traslación de este concepto al ámbito de la Hipoxia Intermitente puede ser el Índice de Entrenamiento Hipóxico, que también engloba el Volumen (Tiempo) y la Intensidad (Saturación Arterial de Oxígeno) de la sesión y que más adelante lo veremos un poco más en detalle.

Una sesión de Hipoxia Intermitente en reposo consiste en la realización de varios ciclos en los que se alterna la respiración de aire hipóxico (pobre en oxígeno) con la respiración de aire normóxico (aire ambiente) o hiperóxico (rico en oxígeno). Ello supone que a la hora de concretar una sesión de Hipoxia Intermitente en reposo tenemos que acotar las diferentes variables que intervienen, y que se resumen en: Duración del periodo de hipoxia, duración del periodo de normoxia o hiperoxia y Número de ciclos totales.


El Volumen de la sesión de Hipoxia Intermitente en Reposo

El volumen de la sesión de Hipoxia Intermitente en Reposo, es el tiempo en minutos de la duración de la sesión y ello va a depender del número de repeticiones o ciclos y del tiempo de cada ciclo (hipoxia + recuperación).

  • Número de Ciclos: supone el número de alternancias de hipoxia-normoxia, que lo habitual es que sean entre 4 y 8 ciclos por sesión, aunque también hay estudios en los que se han realizado sesiones de 12 ciclos cortos (The impact of arousal state, sex, and sleep apnea on the magnitude of progressive augmentation and ventilatory long-term facilitation).
  • Duración de los periodos de Hipoxia: Cuando realizamos hipoxia con el fin de obtener una respuesta orgánica, tenemos que mantener la respiración de aire hipóxico durante el tiempo suficiente como para que el efecto del aire hipóxico se traslade al nivel celular y se mantenga el tiempo mínimo como para desencadenar las respuestas deseadas. Dado que existe un decalaje o retraso entre el comienzo de la respiración de aire hipóxico y la disminución de la presión de O2 a nivel celular, el tiempo de respiración mantenida de aire hipóxico suele ser de al menos 4-5 minutos para conseguir la estimulación objetivo. Al igual que en el punto anterior, también podemos encontrar en la literatura científica estudios en los que los periodos de hipoxia se limitaban a 2 minutos.
  • Duración de los periodos de Recuperación: En esta fase el objetivo es la recuperación de la normalidad en cuanto a la presión de O2 a nivel celular. En este caso también podríamos decir que el tiempo de respiración de aire normóxico para la recuperación de los niveles de O2 celular suele ser de la misma cuantía que el periodo de hipoxia; si el periodo de hipoxia es de 5 minutos, el periodo de recuperación suele ser también de 5 minutos; si el periodo de hipoxia es de 4 minutos, el periodo de recuperación de 4 minutos; e incluso en el estudio al que nos hemos referido con anterioridad (The impact of arousal state, sex, and sleep apnea on the magnitude of progressive augmentation and ventilatory long-term facilitation), tanto el periodo de hipoxia como el periodo de recuperación eran de sólo 2 minutos.
    En este apartado de la duración de los periodos de recuperación hay que hacer referencia a la utilización cada vez más frecuente de aire hiperóxico (enriquecido en O2); como es fácil suponer, el estar inspirando aire con una concentración de oxígeno por encima del 40% acelera y disminuye los tiempos de recuperación en relación a la respiración de aire normóxico (20,9% de O2) y este acortamiento del periodo de recuperación es tanto mayor cuanto más alta sea la concentración de O2 del aire inspirado (que en función del generador de hipoxia-hiperoxia utilizado, puede ser del 70% o incluso del 90% de O2). En esta tesitura de respiración de aire hiperóxico durante el periodo de recuperación, el tiempo puede reducirse al 50%-70% del periodo de hipoxia, lo que habitualmente se traduce en la práctica en periodos de recuperación de 2-4 minutos (cuando el periodo de hipoxia es de 4-5 minutos) en función de la concentración de O2 del aire hiperóxico inspirado.

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos establecer el volumen (tiempo en minutos) de una sesión de Hipoxia Intermitente de reposo y para ello marcaremos el número de Ciclos, la duración del periodo de Hipoxia y la duración del periodo de Recuperación.

Así, una sesión típica de Hipoxia Intermitente en reposo podría ser de 5x5x5, lo que significaría la realización de 5 Ciclos, con periodos de Hipoxia de 5 minutos y periodos de Recuperación de 5 minutos, lo que daría un volumen total de la sesión de Hipoxia Intermitente de 50 minutos.

Independientemente de la variabilidad en cuanto al número de ciclos, duración de los periodos de hipoxia y recuperación,… lo que sí que suele mantenerse en cuanto a volumen de una sesión de hipoxia intermitente en reposo es el tiempo total de la sesión, que suele oscilar entre 30 y 90 minutos.


La Intensidad de la sesión de Hipoxia Intermitente en Reposo

Ya hemos dicho que la objetivación de una sesión de Hipoxia Intermitente en reposo viene determinada por el Volumen y la Intensidad. Ya hemos delimitado cómo se realiza el control del Volumen de una sesión y ahora nos vamos a referir a la Intensidad.

Cuando intentamos establecer la intensidad de una sesión de Hipoxia Intermitente en reposo lo podemos hacer en base a la utilización de un Índice Externo de la Intensidad de la Carga Hipóxica (regulando la Concentración de O2 del Aire Inspirado) o utilizando un Índice Interno de la Intensidad de la Carga Hipóxica (marcando como objetivo el situarse en una Saturación Arterial de Oxígeno). En relación a esta forma de objetivar la intensidad del estímulo hipóxico y con el fin de comprender mejor su significado, podemos establecer un paralelismo con la regulación de la intensidad de una sesión de carrera continua; a la hora de establecer una intensidad de carrera, nosotros podemos utilizar un Índice Externo (por ejemplo, correr a una velocidad de 12 km/h) o podemos utilizar un Índice Interno (por ejemplo, correr a 140 pul/min).

Cuando establecemos la Intensidad de la Hipoxia Intermitente en reposo en base a un Índice Externo, marcamos la concentración de O2 del aire inspirado en los periodos de Hipoxia y lo más habitual es utilizar concentraciones entre el 15% y el 10%. Configuramos mediante los controles correspondientes el generador de hipoxia y nos dará aire hipóxico con la concentración de O2 deseada.

Cuando por el contrario establecemos la Intensidad de la Hipoxia en base a un Índice Interno, establecemos un rango de Saturación Arterial de Oxígeno como objetivo a alcanzar. El uso de un Índice Interno de la Intensidad de la Hipoxia supone a nuestro juicio una mejor individualización de la carga hipóxica, ya que no se basa en un estímulo externo (% de O2 del aire que inspiramos), sino en la respuesta orgánica (Saturación Arterial de Oxígeno) individual al estímulo externo, que además va evolucionando a lo largo del tiempo y asimilando las adaptaciones que vayan produciéndose como consecuencia de las sesiones de Hipoxia Intermitente en reposo. Lo más habitual es establecer Saturaciones Arteriales de Oxigeno de entre el 75% y el 85% (en rangos de 5%, por ejemplo entre el 75%-80% o entre el 78%-83%,…), teniendo en cuenta que esas saturaciones no se van a alcanzar en los primeros minutos del periodo de hipoxia, sino que deben alcanzarse en los 2 últimos minutos del periodo de hipoxia establecido (en caso de estar realizando ciclos de 5 minutos de duración de la hipoxia).

El uso de la Saturación Arterial de Oxígeno como índice de intensidad del estímulo hipóxico es utilizado en el denominado Hypoxic Training Index (Índice de Entrenamiento Hipóxico) que es un índice utilizado para objetivar la Carga y Repercusión del estímulo hipóxico y poder hacer un seguimiento de las sesiones de Hipoxia Intermitente de Reposo. El Hypoxic Training Index se caracteriza por englobar en una Cifra teórica el Volumen y la Intensidad de la sesión de Hipoxia Intermitente, permitiendo con ello realizar de una forma muy sencilla el seguimiento de la carga de entrenamiento hipóxico, evaluar su progresión,… En la imagen inferior vemos gráficamente la base del Hypoxic Training Index o Índice de Entrenamiento Hipóxico.


Gráfico ilustrativo del Indice de Entrenamiento Hipóxico. Autor: Go2altitudepics

En la imagen inferior se aprecia un ejemplo real del Control de una Sesión de Hipoxia Intermitente mediante el Pulsioxímetro BCOxygen, consistente en 6 Ciclos de Hipoxia-Hiperoxia. En el apartado de la evolución de la Saturación Arterial de Oxígeno (en la gráfica aparece como Nivel Oxígeno %), se aprecian claramente las alternancias entre un nivel de SatO2 próximo al 100% y la disminución a valores ligeramente inferiores al 80%. En la parte inferior del gráfico (Frecuencia Cardíaca) también se objetivan los cambios en las Pulsaciones como consecuencia del estímulo hipóxico, con aumentos progresivos de la Frecuencia Cardíaca durante el estímulo hipóxico, y una recuperación durante el periodo de recuperación que en este caso es muy rápida debido en parte a que durante la recuperación se utiliza aire hiperóxico.


Control de una Sesión de Hipoxia Intermitente mediante el Pulsioxímetro BCOxygen

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NOTA: Esta publicación proporciona información general para ayudar al lector a comprender mejor la Hipoxia Intermitente, sus efectos sobre la salud y temas relacionados. Todo el contenido proporcionado en este sitio web o cualquier material vinculado, incluidos texto, gráficos, imágenes, resultados e información, no están destinados y no deben considerarse ni utilizarse como un sustituto de consejos médicos, diagnósticos o tratamientos.  Siempre consulte con un profesional sanitario para analizar si un tratamiento es adecuado para usted.