Vacaciones, Avión y Prendas de Compresión

Se acerca un periodo vacacional como el de Semana Santa y mucha gente lo dedica a viajar, utilizando el avión en muchas ocasiones. ¿Has pensado en la necesidad de utilizar prendas de compresión en dichos viajes? ¿Por qué te puede convenir utilizar medias de compresión en un avión?

 

Aquí te lo explicamos:

El aparato circulatorio es un sistema que se encarga de aportar los nutrientes necesarios a todas las células del organismo para que puedan mantener su funcionalidad, así como recoger los desechos que se generan en las células y transportarlos a los diferentes lugares de ‘reciclado’ o de eliminación.

Para ello, el sistema circulatorio pasa de una gran tubería (la arteria aorta en la salida del corazón) a multitud de vasos sanguíneos de muy pequeño calibre que llamamos capilares. En estos capilares la pared es muy delgada y semipermeable y la velocidad de paso de la sangre es muy baja, para de esta forma permitir y favorecer los intercambios con entre la sangre y las células.

Debido a esta permeabilidad de la pared de los capilares, el agua sale y entra en los capilares en función de las diferentes presiones o fuerzas que actúan a nivel capilar, que técnicamente se denominan las fuerzas de Starling (que procuraremos desarrollar en un futuro post en este blog); si las fuerzas que tienden a sacar el agua de los capilares es más fuerte, hay un exceso de agua fuera de los capilares (en lo que llamamos el espacio intercelular o intersticial) y es lo que da lugar al aumento de volumen y al edema o hinchazón de esa zona concreta. Por tanto, debe existir un equilibrio de fuerzas y un adecuado mantenimiento del sistema linfático, para que no exista edema.

 

¿Qué fuerzas son las que actúan en este ‘baile’ del agua? Básicamente existen 4 fuerzas, aunque en este Post nos vamos a referir sólo a una: la Presión Hidrostática Intersticial.

La Presión Hidrostática Intersticial es la presión que hay alrededor de los capilares y que ‘evita’ la salida de agua de los capilares sanguíneos; en definitiva, es una fuerza que se opone a la salida del agua y por tanto evita la formación de edemas.

 

¿Qué pasaría si no hubiera o disminuyera la Presión Hidrostática Intersticial? Pues que una de las fuerzas que se oponen a la salida del agua del capilar no sería lo suficientemente fuerte o intensa, con lo que se facilitaría la salida del agua y la formación de un edema o hinchazón.

 

Relación Presión Atmosférica - Altitud en relación al Edema y Trombosis venosa profunda. Prevención mediante medias de compresión en Ortopedia Plantia de Donostia - San Sebastián¿De qué depende la Presión Hidrostática Intersticial? Esta presión depende básicamente de la presión atmosférica. Aunque nosotros no la ‘notamos’, estamos continuamente sometidos a una presión del aire sobre nuestro organismo y la magnitud de esa presión atmosférica es mayor a nivel del mar y menor según vamos subiendo a altitud, de forma que a nivel del mar tenemos 760 mm de Hg mientras que si subimos a los 2000 metros la presión atmosférica es menor, siendo de 596 mm de Hg. Lógicamente cuanto más alto sea el lugar en el que nos encontremos, la Presión Hidrostática Intersticial va a ser menor y con ello se favorece la salida de agua de los capilares sanguíneos con la formación de edemas.

 

¿Qué sucede en un avión? Un avión de pasajeros va a volar a altitudes en torno a los 10000 metros cuando el rDisminución de la Presión Atmosférica en un avión y aumento del riesgo de edema y trombosis venosa profunda. Prevención mediante medias de compresión. Ortopedia Plantia de Donostia - San Sebastiánecorrido no es muy corto, lo que supone una presión atmosférica de unos 200 mm de Hg. Sin embargo, en el interior del avión se mantiene una cierta presurización, ya que de otra forma sería prácticamente imposible volar a esas alturas sin equipamiento especial; a pesar de que puede variar de unos aviones a otro y de unos vuelos a otros, la presión atmosférica en cabina suele equivaler a la de una altitud de 2100-2500 metros, con lo que la presión atmosférica en el interior del avión va a ser ligeramente inferior a los 596 mm de Hg.

Como hemos comentado con anterioridad, esta disminución de la presión atmosférica trae consigo una disminución de la Presión Hidrostática Intersticial con lo que se favorece la salida de agua de los capilares y la formación de edemas. En un vuelo esto se ve agravado por la posición estática de sentado, con lo que no hay contracciones musculares en las piernas que favorezcan el retorno venoso, con lo que además de la formación de edemas hay un enlentecimiento de la circulación sanguínea y un aumento del riesgo de formación de trombos o coágulos en la sangre por dicho enlentecimiento circulatorio.

 

Ante esto, ¿qué podemos hacer? Una medida sencilla que nos va a ayudar a prevenir la formación de edemas es el uso de una media de compresión. La media de compresión en este caso va a ‘sustituir’ a la presión atmosférica, manteniendo de esta forma más elevada la Presión Hidrostática Intersticial y evitando la formación de edemas. Igualmente este aumento de la presión externa va a disminuir el enlentecimiento de la velocidad de circulación, ayudando a prevenir la formación de coágulos o trombos.

Por tanto, si vas a viajar en avión, piensa en la posibilidad de utilizar medias de compresión de clase 1 con el fin de prevenir la aparición de edemas y la trombosis venos profunda.

 

En Ortopedia Plantia te aconsejamos al respecto.

 

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