Uno de los problemas circulatorios más frecuentes que nos encontramos es la dificultad de la sangre en su retorno sanguíneo al corazón. Cuando se presenta este problema las válvulas venosas no se cierran correctamente y la capacidad anti retorno de las mismas se ve disminuida considerablemente (Imagen 1). Esto, además de dificultar el trabajo del corazón, hace que la sangre se vaya acumulando formando diferentes patologías como varices, telangiectasias (o arañas vasculares), varículas, edema venoso, enfermedades venosas, etc.
Imagen 1: Ejemplo de buena y mala circulación.
Cuando hablamos de medias de compresión tenemos que tener en cuenta tres factores muy importantes: la elasticidad, la histéresis y la rigidez. Con elasticidad nos referimos a la propiedad de los cuerpos de recobrar su extensión tan pronto como cesa la acción que las altera; con histéresis hacemos referencia a la rapidez de recuperación de la forma original de un tejido elástico cuando cesa la fuerza de deformación. La rigidez es la resistencia de un tejido elástico a la deformación.
Para cada caso y persona existe una media que cumpla todas las características necesarias, ya sea nivel de compresión (CCL1, CCL2 o CCL3), tipo de tricotado (tejido), tipo de media (panty, hasta la ingle, hasta la rodilla, puntera abierta o cerrada, etc.) o incluso el color.
El nivel de compresión mas bajo es el de compresión ligera (CCL1) y hablamos de una compresión en mmHg de 18.0-21.0, este tipo de compresión es más adecuada para varices ligeras sin tendencia a edema, para varices precoces (p.ej durante el embarazo) y/o para piernas cansadas.
La compresión normal (CCL2) es una compresión en mmHg 23.0-32.0, su uso es para los síntomas más graves como las varices pronunciadas con tendencia al edema, hinchazón postraumática, después de la curación de úlceras simples, para varices más profundas, etc.
La compresión fuerte (CCL3) es una compresión en mmHg 34.0-46.0. Se usa para todas las complicaciones después de una insuficiencia venosa constitucional y/o postrombótica, tendencia pronunciada al edema, etc.
La compresión extrafuerte (CCL4) es una compresión de al menos mmHg 49.0, es usada en elefantiasis. Este tipo de compresión es cada día menos usada.
El nivel de compresión siempre estará determinado por un profesional sanitario cualificado.
Después de que el facultativo haya recetado el nivel de compresión, se decide entre el médico y el técnico que tipo de media es la más adecuada para la persona, siendo ésta la que elegirá ciertas características de la misma.
Existen contraindicaciones para el uso de la medias de compresión como enfermedades oclusivas arteriales periféricas avanzadas, insuficiencia cardíaca, neuropatía periférica avanzada (diabetes mellitus), etc. Esta decisión siempre la tiene que tomar un facultativo.
Para ponerse las medias de compresión existe un accesorio llamado Butler (imagen número 2), que es un calzador de medias. Este accesorio ayuda a la hora de colocarse las medias cuando la puntera es cerrada, ya que cuando son de puntera abierta viene un accesorio (tipo calcetín) que ayuda a colocarlas.
Imagen 2: Ejemplo de colocar medias con Butler
Cuando se coloca la media con el Butler (Imagen 2) hay que desplegar la media, introducirla sobre el estribo con la puntera abierta hacia delante y se vuelve la media al revés. Se va deslizando sobre el estribo hasta que aparece el talón en el borde. Se meten los dedos en la puntera de la media mientras se apoya sobre el Butler en el suelo, se tira de la media hacia arriba hasta la mitad de la pierna más o menos y el Butler se inclina hacia atrás.
Cuando se colocan sin el Butler se coge la puntera y se recogen la medias hasta el inicio del talón, se introducen los dedos. Se sujeta el tejido por los lados y se desliza por el pie subiéndolas hasta media pierna.Se debe ajustar la media en el tobillo y la rodilla (un truco es usar guantes de goma, ya que ayuda a que no resbale).