La enfermedad de Dupuytren se manifiesta como una contractura fibrosa de la aponeurosis palmar, con frecuentes retracciones en flexión de las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas próximales, lo que da lugar a que los dedos afectados se flexionen y que la mano se vaya cerrando de forma progresiva. Se trata de una afección frecuente y muy asociada a determinadas actividades profesionales, sobre todo en aquellas en las que la mano esta expuesta a una vibración continuada.
Raramente aparece antes los 40 años y afecta más a hombres que a mujeres, teniendo también una relación con la historia familiar. Se puede limitar a un solo dedo, pero es más frecuente la afectación de los dedos anular y meñique. No tiene una evolución regular o uniforme, puesto que la contractura puede desarrollarse de forma lenta a lo largo de los años, pero suelen existir períodos de mayor actividad. Los síntomas se presentan en forma de incapacidad funcional, aunque el dolor es poco habitual. En el 40%-65% de los casos afecta a las dos manos.
Cuando se diagnostica la enfermedad de Dupuytren, puede realizarse un tratamiento conservador en el que se recomienda el uso de férulas, cuyo objetivo terapéutico principal se orienta a ralentizar el progreso de la enfermedad en sus primeros estadios de aparición.
Inmediatamente después de la cirugía correctora, se debe colocar una férula dorsal para evitar el exceso de presión en el lugar de la incisión durante 6 semanas y de manera continua para minimizar las contracturas cicatriciales.
El objetivo general de la férula es proporcionar un estiramiento prolongado de los tejidos y prevenir las contracturas en flexión.
La férula se modifica en las siguientes 8-10 semanas para acomodar el rango de movimiento, usándola principalmente por la noche.
Una férula muy versátil y apropiada para este trastorno es el Guantelete de Orliman, transpirable y fabricado en velour con férulas de dedo independientes unas de otras, compuestas por un fleje metálico maleable que se fija a la palma de la mano con un microgancho.
Este guante inmovilizador de dedos al actuar sobre las articulaciones metacarpofalángicas e interfalángicas también se puede utilizar para ortetizar la mano en otras patologías como son fracturas de dedos, luxaciones, lesiones traumáticas, lesiones cápsulo-ligamentosas, fractura de metacarpo, cicatrices retráctiles en quemados, bursitis y como hemos comentado en la entrada método de inmovilización post-operatorio Enfermedad Dupuytren.