Control de la Tensión Arterial mediante un tensiómetro digital YE 680B

Qué es la Tensión Arterial y Riesgos de la Hipertensión. Cómo y por qué es importante su Control


La Tensión Arterial o Presión Arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre las arterias como consecuencia de la fuerza que genera el corazón a la hora de bombear la sangre. Habitualmente se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se representa por 2 números, como por ejemplo 120/80 mmHg. El primero de los números representa la presión arterial sistólica (120) y se corresponde con la la llegada de la onda de pulso correspondiente a la sístole o contracción del corazón, mientras que el segundo de los números representa la presión arterial diastólica (80) y se corresponde con la disminución del bombeo de sangre del corazón en relación a su relajación (diástole).


Los valores de presión arterial están relacionados con 2 parámetros:

  • La fuerza de contracción del corazón.
  • La resistencia que ofrecen los vasos sanguíneos al paso de sangre.


¿Cuáles son los valores normales de Tensión Arterial?


Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Internacional de Hipertensión, los valores de presión arterial para un adulto son los siguientes:

  • Presión arterial normal: menos de 120/80 mmHg
  • Presión arterial elevada (hipertensión grado 1): 130-139/80-89 mmHg
  • Hipertensión grado 2: 140/90 mmHg o más


Es importante recordar que estos son rangos generales y la «normalidad» puede variar dependiendo de los factores individuales. Por ejemplo, en los ancianos, una presión arterial sistólica ligeramente elevada puede ser más común debido a la edad avanzada.



¿A qué llamamos Hipertensión Arterial?


La hipertensión arterial, también conocida simplemente como hipertensión, es una afección crónica en la cual la presión de la sangre en las arterias es persistentemente elevada. Tal y como hemos visto en el apartado anterior, según la OMS podemos considerar como Tensión Arterial Elevada o Hipertensión Arterial grado I a las cifras superiores a 130/80 mm de Hg.

La hipertensión arterial se clasifica típicamente en dos tipos:

  1. Hipertensión primaria (esencial): Este tipo de hipertensión se desarrolla con el tiempo sin una causa identificable. La mayoría de las personas tienen este tipo de presión arterial alta.
  2. Hipertensión secundaria: Este tipo de hipertensión es causado por una afección subyacente, como enfermedades renales, problemas hormonales, ciertos medicamentos, o el consumo excesivo de alcohol o drogas.

Los médicos definen la hipertensión como tener una presión arterial de 130/80 mmHg o más, medido en varias ocasiones.



¿Qué factores favorecen la Hipertensión Arterial?


Hay varios factores que pueden causar o favorecer la aparición de hipertensión arterial, que los denominamos factores de riesgo y entre los que podemos incluir:

  1. Factores genéticos: La predisposición hereditaria juega un papel, y se ha observado que la HTA tiende a aparecer en familias.
  2. Edad: El riesgo de desarrollar hipertensión aumenta con la edad, en parte debido a cambios en la elasticidad vascular.
  3. Raza: En algunos países, como los Estados Unidos, la hipertensión es más prevalente entre las personas de ascendencia africana.
  4. Obesidad: El exceso de peso puede aumentar la resistencia en los vasos sanguíneos, lo que lleva a un aumento en la presión arterial.
  5. Dieta: Una dieta alta en sal, grasas saturadas y grasas totales puede contribuir al desarrollo de hipertensión. Por el contrario, la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), que es rica en frutas, verduras y granos enteros, ha mostrado ser efectiva en reducir la presión arterial.
  6. Inactividad física: La falta de ejercicio puede contribuir al aumento de peso y al endurecimiento de las arterias, lo que supone una disminución de su elasticidad y aumento de la presión sanguínea.
  7. Consumo de tabaco: Fumar o consumir productos de tabaco puede dañar los vasos sanguíneos y elevar la presión arterial.
  8. Alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede, con el tiempo, dañar el corazón y elevar la presión arterial.
  9. Estrés: Aunque el estrés per se no es considerado una causa directa de hipertensión a largo plazo, puede contribuir a comportamientos poco saludables que elevan el riesgo.
  10. Enfermedades concomitantes: Afecciones como la enfermedad renal, apnea del sueño y algunas enfermedades endocrinas (como el hiperaldosteronismo) pueden causar hipertensión.
  11. Medicamentos: Algunos medicamentos, como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), los esteroides, algunos anticonceptivos, medicamentos para el resfriado y la descongestión, pueden aumentar la presión arterial.
  12. Consumo excesivo de sal: Una ingesta alta de sodio puede causar retención de líquidos, lo que lleva a un aumento en la presión arterial.
  13. Bajo consumo de potasio: El potasio ayuda a equilibrar la cantidad de sodio en las células. Si no consumes suficiente potasio en tu dieta o no retienes suficiente potasio, puedes acumular demasiado sodio en la sangre.


El Control de la Hipertensión Arterial es una Prioridad Sanitaria


Sabes por qué las políticas públicas y las campañas de salud se centran en la prevención, detección temprana y tratamiento adecuado para reducir la carga de esta enfermedad y mejorar la salud de la población?

  1. Defunciones. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la Hipertensión Arterial es la principal Causa de Muerte en nuestro país y contabiliza que el 28,8% de las muertes que se produjeron en España en 2017 se han debido a la Hipertensión Arterial. Le siguen el cáncer (26,7%) y las enfermedades del sistema respiratorio (12,2%).
  2. Prevalencia Alta. La hipertensión arterial es una de las afecciones crónicas más comunes en el mundo. Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otros organismos de salud, uno de cada tres adultos tiene hipertensión arterial.
  3. Consecuencias Serias. Los riesgos de la hipertensión arterial no controlada no son siempre leves, aunque una persona pueda tener una hipertensión arterial sin ninguna sintomatología añadida durante mucho tiempo; pero la hipertensión arterial puede llevar a complicaciones graves y potencialmente mortales como accidentes cerebrovasculares (derrames cerebrales), infartos de miocardio (ataques al corazón), enfermedad renal, insuficiencia cardíaca, entre otros.
  4. Factor de Riesgo Modificable. La hipertensión es un factor de riesgo principal o contribuyente para la mayoría de las muertes cardiovasculares. Lo importante es que la hipertensión arterial puede controlarse en la mayoría de los casos, bien mediante cambios en el estilo de vida, alimentación, medicación,… y ello trae consigo la disminución del riesgo de morbilidad y mortalidad asociadas.
  5. Costo Económico. Las enfermedades cardiovasculares, incluida la hipertensión arterial, representan una carga económica significativa para el sistema público debido a los costos directos (como atención médica y medicamentos) e indirectos (como pérdida de productividad debido a enfermedad o muerte). El adecuado control de la hipertensión arterial va a traer consigo una disminución del riesgo añadido lo que supone un gran ahorro para la sanidad.
  6. Impacto en la Calidad de Vida. La hipertensión puede afectar significativamente la calidad de vida de las personas. La posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular, un ataque cardíaco, insuficiencia renal u otras complicaciones puede limitar la capacidad de una persona para llevar una vida plena y activa.


Cómo debe realizarse el control de la tensión arterial en domicilio


El control de la tensión arterial en el domicilio es una práctica que puede ayudar a las personas con hipertensión o con riesgo de desarrollarla a manejar su salud de forma proactiva. Para obtener mediciones precisas y consistentes, es importante seguir ciertas pautas.


Antes de la Medición:


  • Relájate: Descansa durante al menos 5 minutos antes de la medición, en un ambiente tranquilo y con una temperatura agradable.
  • Evita estímulos: No consumas cafeína, tabaco o alcohol al menos 30 minutos antes de medir tu tensión arterial.
  • Posición adecuada: Siéntate con la espalda recta y apoyada, preferiblemente en una silla con respaldo y no en un sofá o cama.
  • Posición de la pierna y el pie: Mantén los pies planos en el suelo y no cruces las piernas.
  • Vejiga vacía: Es recomendable que uses el baño antes de tomar la medición, ya que una vejiga llena puede afectar la lectura.
  • Reposo del brazo: Apoya el brazo en una superficie plana con el brazalete del tensiómetro a la altura del corazón.



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