El pobre desarrollo del equilibrio o del control postural está asociado con un aumento en la incidencia de lesiones o caidas y consecuentemente se considera un elemento crítico en la habilidad motora y gestos técnicos.
El equilibrio puede considerarse como la capacidad de mantener la vertical del centro de gravedad del organismo dentro del polígono de sustentación (área que forman los extremos de los apoyos, habitualmente ambos pies en situaciones estáticas y un pie en situaciones dinámicas) del mismo; en muchas ocasiones la medición de la capacidad de equilibrio se realiza midiendo el tiempo que se es capaz de mantener una postura estática (sobre un plano fijo) o dinámica (sobre una plataforma inestable); con el fin de dificultar el equilibrio y no alargar en exceso el tiempo, las mediciones se realizan con apoyo monopodal y en muchas ocasiones se incluye una dificultad añadida al test, como es el tapar los ojos para eliminar los estímulos visuales del control del equilibrio.
El entrenamiento propioceptivo del equilibrio se usa en la rehabilitación tras lesiones deportivas y está siendo reconocido como un importante elemento en la prevención de lesiones en el deporte. Si hasta ahora eran los deportistas de élite quienes se beneficiaban de estas pautas de rehabilitación y entrenamiento, se está produciendo una lógica traslación de estos métodos al campo del deporte aficionado, escolar y de recreación.
La efectividad del entrenamiento con el Pielaster es similar a la efectividad del tratamiento con plataformas inestables ya que el Pielaster pertenece a dicho grupo. Además, en relación a otras plataformas inestables el Pielaster ofrece mayores posibilidades de entrenamiento propioceptivo, dado que permite una mayor variabilidad de ejercicios, así como una resistencia de carga más específica en relación al músculo involucrado en el movimiento.
Genéricamente el entrenamiento con el Pielaster y con las Plataformas Inestables no precisa demasiado tiempo, ya que está comprobado mediante diferentes estudios publicados que es suficiente la realización de 3 sesiones semanales de entre 10-15 minutos, para conseguir mejoras significativas en el equilibrio y en la prevención de lesiones al cabo de 4-6 semanas. Pero también hay que significar que un aumento en el número de sesiones de entrenamiento propioceptivo con plataformas inestables, trae consigo mejoras añadidas, sobre todo en las primeras semanas de entrenamiento.
El plan de entrenamiento con el Pielaster al igual que cualquier programa de entrenamiento general, debe mantener una ligera progresión en el tiempo para estabilizarse en duraciones de sesiones de unos 20 minutos, y un aumento progresivo en la dificultad de los ejercicios a realizar. La dificultad y progresión de los ejercicios deben estar en relación con las características iniciales de la persona (no será lo mismo el nivel de dificultad inicial de una persona que ha sufrido un esguince de tobillo o de la persona sana que pretende mejorar su equilibrio), así como con la capacidad de asimilación del entrenamiento que va realizando (diferencias entre personas jóvenes que realizan deporte de forma habitual y con niveles de asimilación y recuperación elevados, y personas adultas o incluso mayores que realizan un programa de entrenamiento propioceptivo para mejorar el equilibrio y mejorar su calidad de vida).
Características diferenciales del Pielaster en relación a otras Plataformas Inestables
El Pielaster cumple con las características genéricas de las plataformas inestables, pero además presenta 3 características añadidas que le permiten aportar un Plus de ejercicio propioceptivo y de mejora del equilibrio en comparación al resto de plataformas:
- Mayor variedad de estímulos. El hecho de que el Pielaster esté compuesto por una doble pieza y que cada pie apoye en una pieza diferente, permite la realización de movimientos paralelos de ambos pies o de movimientos simétricos de ambos pies. En el caso de los movimientos paralelos, cuando un pie realiza una eversión, el pie contrario realiza una inversión;
en este sentido, las plataformas inestables utilizadas habitualmente en rehabilitación sólo permiten este tipo de movimiento. En el caso de los movimientos que denominamos genéricamente simétricos (no son simétricos en todos los sentidos), cuando un pie realiza una eversión, el pie contrario realiza también una eversión, y este tipo de movimiento combinado sólo es posible con la utilización de una doble plataforma como el Pielaster. Al igual que sucede con los movimientos de lateralidad del tobillo, lo mismo podemos decir de los movimientos de flexo-extensión, así como de los de circunducción. 
Mayor rango de algunos movimientos. La especial arquitectura en óvalo de los Pielaster trae consigo que el radio lateral sea mucho más corto que el longitudinal, permitiendo con ello niveles de inclinación y con ello amplitudes de movimiento mucho mayores que los que se pueden conseguir con las plataformas tradicionales. El hecho de que el rango de movilidad en los movimientos laterales sea significativamente más elevado, se traduce en la posibilidad de conseguir que la intensidad del estímulo pueda ser más intensa.
Superficie superior de espuma antideslizante. La capa superior de los Pielaster está formada por una especie de espuma con un mínimo grado de elasticidad y antideslizante. Ello trae consigo la posibilidad de utilizar el Pielaster descalzo (en caso de que su utilización sea personal) ya que va a permitir rangos de movimiento elevados sin deslizamiento; igualmente caso de realizar el entrenamiento sobre el Pielaster con los pies descalzos, la transmisión de las fuerzas va a ser más directa y no se 
va a producir el amortiguamiento que puede traer consigo el calzado (sobre todo deportivo).- Longitudes de palanca diferentes. El hecho de que el Pielaster sea de forma ovalada y no redonda, da lugar a que las amplitudes y los brazos de palanca sean diferentes en función del tipo de movimiento, ya sea de flexo-extensión o de lateralidad. De esta forma las tensiones que se generan en el movimiento son acordes con la fuerza muscular de los músculos involucrados en el propio movimiento.
