A partir de los 10 años de edad aumenta el riesgo de que los niños sufran dolor de espalda. Padecer estos dolores a esta edad tan temprana, puede dar pie a que se vuelva un dolor crónico y se pueden padecer limitaciones en edad adulta. De ahí la importancia de tomar medidas preventivas eficaces antes de que eso ocurra.
Las malas posturas empiezan a consolidarse a partir de los 6-8 años. Antes de llegar a esa edad es más fácil corregir esos hábitos. Es interesante, por lo tanto, actuar entre los 3 y los 6 años, vigilando qué posturas adoptan los niños cuando se sientan, juegan, hacen deberes, etc. Hay que enseñarles a sentarse bien para prevenir futuras lesiones.
Para ayudar en este proceso, ahí van unos consejos:
- Hacer deporte fortalece los músculos. Bien mediante la clases de educación física de cada centro escolar, o bien en las actividades extraescolares.
- Postura corporal adecuada: espalda recta y erguida cuando estén haciendo los deberes.
- Relajación: tanto en niños como en adultos, estar sereno mitiga las dolencias de espalda.
- Doblar las rodillas a la hora de levantar peso
- Dieta sana: hay que evitar el sobrepeso cuidando lo que comen
- Utilizar un colchón de calidad: es el principal lugar de descanso, donde más tiempo pasan a lo largo del día. Hay que asegurar un descanso de calidad y una postura cómoda
- Estiramientos de cuello: es interesante enseñar a nuestros pequeños a estirar esta parte del cuerpo, sin tirones bruscos
- Protección en la carretera: es de vital importancia para evitar lesiones a causa de un golpe brusco o un frenazo del coche
- Forma de andar correcta: hay que evitar caminar encorvados o cargando el peso de los hombros
- Postura ergonómica: cuando juegan con máquinas o leen, hay que garantizar que su postura sea ergonómica, guardando una distancia suficiente para no dañar la vista al mismo tiempo.
- El peso de la mochila que transportan en el cole no debe superar el 10% de su peso corporal. Una mochila con ruedas puede ser una buena opción si no se puede minimizar el peso de los libros.
Siguiendo estos consejos podemos rebajar considerablemente el riesgo de padecer dolores en la espalda y posibles lesiones.